- no te creo - dices. pero ahora vengo preparado, para decirte que yo si te creo... que creo que no me crees y me parece razonable, no te pido nada, ni siquiera tiempo.
- si te creo: creo que soy un imbecil, vanidoso, superficial y egocentrico... lo malo es que nunca eh podido dejar de pensar en tí. Pero espera, tampoco espero creas eso... puede ser una mentira más de esas, que ese otro ser en mí dice, que nunca deja de sabotear las mejores cosas en mi y de mi vida. Sí, las malas las guarda y en el momento menos pensado, brotan como agua creando arroyo, riachuelo o río, no importando montaña, ciudad o si es:
la mujer de mi vida
Entonces no me queda más que pedirte disculpa, por haberte invadido y perdón por ser un árbol torcido.
La lección fue mutua, yo aprendí de mí y tu igual, preferiría quedarme contigo, por desgracia me tengo que quedar conmigo...