Saturday, October 16, 2004

la bicicleta

la jornada agoto cada parte de mi cuerpo, los poros estan secos pues se han cansado de sudar...
solo pienso en las quesadillas acompañadas de un trago cocacola que se te va al cerebro y te mata poco a poco, igual que el tabaquito, y el cafe...
camino hasta mi casa, y observo, como en lo alto de aquel edificio un monton de lamparas iluminan comerciales, tropieso con una piedra, no porque no mire hacia el frente, sino porque no hay siquiera un foco que ilumine la calle, se me acerca un perro y lo pateo por miedo, pero el no se inmuta no fue muy fuerte y esta acostumbrado a mis pasos por esta calle a esta hora de la madrugada
llego a la puerta de mi casa que se encuentra completamente a obscuras, para cuando intento acercarme a la puerta me tropiezo con un obstaculo que choca contra mi espinilla, con tan poca luz, no puedo distinguir que es, la empujo y parece que rueda, abro la puerta, prendo la luz, dejo mis cosas y comienzo con la habitual rutina de recoger, servir un vaso con agua, sacar de la mochila el libro que leere, y recuerdo el obstaculo, dejo el libro sobre la cama y camino a la puerta, ahi , junto a la puerta, como mal puesta y toda chueca, oxidada e inservible, la cambie de pared, pues no era mia.
pongo un disco extraño, es martin medeski pero parece sound track de mala pelicula de terror, aunque la musica es excelente.

me quede dormido entre el segundo y tercer cuento, no recuerdo ni el final ni el principio de cada uno respectivamente, descanse excelentemente, lo se por la sensacion de los brazos y el aliento que tengo en mi boca.
me duele la espinilla, la reviso y esta amoratada, es jueves, lavo mi cuerpo, tomo yoghurt y un poco de cereal mientras reeleo el segundo cuento, el tercelo lo dejo para la noche, pero le tocara el lugar del primero....

Otra vez en casa, pero ahora no me encuentro en absoluto cansado, al contrario, energetico y preparado para empezar el primer cuento, solo de sax, el libro es rompiendo las reglas de poli delano, eh servido los primero sorbos de vino y el cuento me atrapo por completo, me rindo ante él y lo declaro entre todos los cuentos del libro, el mejor, como si yo pudiese hacer eso, como si alguien pudiese decir que es mejor que otra cosa, o que es bueno, o malo, o no es.

lo que si es extraño, hoy al regresar a mi casa, otra vez por la noche, estaba atravezada, en medio de la oscuridad la energica bicicleta que impidio mi camino ayer, no entiendo como se mueve, nadie puede entrar a mi patio, pero no me preocupa, hoy la quite de mi camino sin dañar ninguna parte de mi cuerpo, mientras no vuelva a hacerlo no hay problema, más bien pienso en los ojos que alegraron mi dia, y no pongo atencion en más.